Hoy toca echar un vistazo a Cáceres y lanzar una critica.
Buscando artículos para relanzar el blog (poquito a poco) y poder comentar lo que pasa en Cáceres, vi la entrevista a nuestro mentor (porque realmente es el que nos anima a escribir) Jose María sobre su nuevo libro "No sus fieis de las horquillas" (ya que le hago publicidad gratuita, al menos que me haga un descuento en el libro, o me lo regale, ya de paso). Y como siempre hago, leo los artículos desde el inicio hasta el final, que son los comentarios (no digo que lea todo, pero si lo que me interesa). Y los comentarios, señores...
En fin, que te puedes esperar de la anonimicidad en la Red.
Una minoría (muy grande), de gente que se dedica a criticar por criticar, creer saber de toh pero, como siempre, les patina una cosa: No ponen alternativa. Que sean cacereños o no, es indiferente, pero suponen un gran patinazo en esta sociedad que vive "en una democracia". La libertad de expresión (de la que soy un gran defensor, pese a lo siguiente) nos lleva a opiniones que chirrían. En el caso de la entrevista, vemos el primer comentario, calificando la entrevista de irrelevante, y que bien podía quedarse en la barra de bar; mientras que el segundo, en un alarde de ingenio, indica que este vacío en la bibliografía era necesario hasta el extremo de ser doloroso no ver esa obra en la estantería (lo siento amigos, no he sabido expresarlo con mejores) y proponiendo para eliminar otros vacíos la de la soledad del capapollos (de la que hay obras sobre este oficio como la de Gabriel Alonso de la Herrera, de 1777, y al que animo a leer cuando os venza el aburrimiento).
Pero como no quiero centrarme en un solo articulo, voy a continuar en otro diario extremeño y un simple articulo sobre el patrimonio sefardí cacereño (nota para otro futuro articulo del que supongo que saldrá dentro de 15 meses a este ritmo: El barrio judio y la Semana Santa). En él, el primer comentario sale a criticar que se haya referido a un patrimonio cuando no se está cuidando. Esto son los mejores comentarios, los que mas arriba les hacen un "Zas en toda la boca" corrigiendo hasta el punto de que si llega a encontrar un rebatimiento quizás roce el esperpento.
Hay un problema y es que lo anónimo nos puede. Poder decir lo que queramos sin que el otro sepa quien es, da una sensación de seguridad que nos puede. Y no es solo en Cáceres, es en toda España, pero como este blog quiero que sea local, es normal que me centre más en nuestra ciudad. ¿Cáceres merece cambios? Sí. ¿Cáceres merece criticas? Sí, pero... Creo que siguiendo una pauta:
- Presentar el problema
- Criticarlo
- Exponer una idea de como solucionarlo
Las dos primeras son las que se cumplen, pero al llegar a la tercera... ¡Ay! Es que se nos olvida. Y mi idea de como solucionarlo es que cuando escribamos, recordamos esta pauta. Porque no es solo que nosotros acabemos mal, es que estamos enseñando a las futuras generaciones que atacar en el anonimato, lejos de "ser legal", es práctico, y se extenderá a más generaciones. Y pasará lo que pasa, que por mucho que critiquemos, si no aportamos propuestas, no podemos cambiar el parecer de la gente, porque ya lo dice la RAE:
diálogo.
1. m. Plática entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos.
2. m. Discusión o trato en busca de avenencia.
